Proyecto pedagógico
Una escuela para la vida
La institución Federico García Lorca promueve el desarrollo y fortalecimiento de personalidades autónomas, críticas y reflexivas que se integren participativa y creativamente a la sociedad, con una actitud responsable y solidaria.
Asumimos como comunidad educativa un permanente análisis de nuestro quehacer en función del momento sociocultural que viven nuestros niños y jóvenes.
Desde esta perspectiva desarrollamos cada año Proyectos de Centro que surgen del contexto social. Es en estos términos que trabajamos en Proyectos anuales tales como: “Globalización y Consumismo”, “Construcción en valores”, “Construcción de la diversidad”, “Identidad Cultural”, “Desarrollo científico, tecnológico y de las comunicaciones”, “El compromiso con el medio ambiente”, “Las tecnologías de la información y el conocimiento” , “Familia y Escuela, nuevos paradigmas ”, “La educación en la era digital”, “Escuela y Comunidad”.
Es desde la comprensión de las nuevas realidades en las que crecen y se proyectan nuestros alumnos que promovemos el desarrollo de valoraciones y compromisos.
Trabajamos en el desarrollo de tres ejes:
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compromisos con su propia vida
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compromisos con su entorno físico
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compromisos con quienes convive
Promovemos la participación y la autogestión de los niños y jóvenes para la construcción de normas de convivencia, de conocimientos y de valores fundamentales para la vida.
Desde esta perspectiva, buscamos el fortalecimiento del alumno tanto en el desarrollo socio afectivo como en el cognitivo.
La autovaloración, el deseo de aprender, el interés, la disposición, la satisfacción de logros propios, la adquisición de habilidades y competencias, la capacidad para aprender juntos, son aspectos que inciden fuertemente en los aprendizajes.
La sociedad del conocimiento, el desarrollo de nuevas tecnologías de la información se constituyen en nuevas herramientas para el aprendizaje, nuevos recursos didácticos, nuevas formas de aprender, nuevas formas de pensar.
Reafirmamos la necesidad de estimular al alumno en el aprender a aprender, para que sea capaz de continuar estudiando a lo largo de toda su vida. La escuela no solo es responsable de distribuir saberes, sino de garantizar que los alumnos se los apropien, es lo que llamamos la permanencia en la educación.